Si nos ceñimos a la definición de diseño, llegamos a la conclusión que no puede existir el diseño sin la estrategia.
Actividad creativa que tiene por fin proyectar objetos ( físicos o virtuales ) que sean útiles y estéticos, enfocados a solucionar un problema concreto.
Esta es la principal causa de fracaso en los procesos de diseño, tanto si hablamos de productos físicos como intangibles / digitales ( branding, web, app, etc. ).
El planteamiento estratégico no debe integrarse únicamente en la etapa donde se desarrolla el diseño, sino que debe ser el que te lleve a tomar la decisión sobre qué producto/servicio necesitas.
Analizaré en los siguientes puntos cómo integrar la estrategia en cada etapa, veremos los errores típicos que puedes caer en el proceso y terminaré con algunas reflexiones según mi experiencia profesional.
Estrategia para decidir realizar un proyecto de diseño
El problema se agrava si en la decisión sobre qué diseño necesitas no viene precedida de un análisis estratégico.
Seguro que te suenan frases como:
- “Vamos a cambiar la web porque está anticuada”
- “Desarrollaremos una app porque la competencia acaba de lanzar una”
- “Utilizaremos esta tecnología porque está de moda”
- “Renovaremos nuestra imagen de marca porque lo hacemos cada X años”
Sin duda son motivos válidos, pero no te ayudarán a alcanzar tus objetivos porque no existe (en principio) motivos sólidos que lo sustenten.
Este planteamiento te llevará a utilizar una solución que no se ha planteado desde el inicio para resolver un problema.
¿Conoces el dicho de “para un martillo, todo son clavos”?
Si piensas en la solución antes que en el problema que quieres resolver estarás cayendo en el mismo error.
En cambio, un razonamiento estratégico que te lleve a la conclusión de que necesitas emprender un proyecto de diseño tiene que estar basado en objetivos de negocio:
- “Queremos reforzar el posicionamiento de nuestra marca”
- “Abriremos una nueva línea de negocio ampliando nuestro catálogo de productos/servicios”
- “Queremos comercializar nuestro producto/servicio en otros mercados”
- “Necesitamos mejorar la calidad del servicio y la retención de clientes”
- “Utilizamos esta tecnología porque nos permitirá desarrollar nuestra estrategia de crecimiento”
Estos planteamientos iniciales te ayudarán a buscar una solución que te ayude a alcanzar tus objetivos.
Integrar la estrategia en el proceso de diseño
Una vez hayas decidido qué necesitas ( branding, web, app, etc. ) la estrategia que te llevó a esta decisión se tiene que seguir aplicando y evolucionando.
El punto de partida es el correcto si determinas que este proyecto de diseño es el que necesitas para alcanzar tus objetivos, teniendo en cuenta aspectos como:
- Público objetivo ( Buyer Persona )
- Posicionamiento de marca ( actual y objetivo )
- Proceso de compra ( Customer Journey )
- Análisis del sector y/o estado del arte ( State of the art )
Estas herramientas serán la brújula que guíe el proceso de diseño. Tomando decisiones basadas en datos y con un objetivo definido.
Para evitar posibles desviaciones en el proceso se debe dividir el proyecto en etapas. Comprobando en cada una de ellas su alineamiento estratégico y realizando ajustes si fuera necesario.
Errores comunes que arruinan un proyecto de diseño
Todo lo que hemos analizado hasta ahora es posible que te parezca obvio, especialmente si ya has pasado por este proceso previamente.
Pero debes estar alerta, ya que incluso los profesionales que nos dedicamos full-time a realizar proyectos de diseño podemos caer en errores o sesgos que nos dirijan hacia la solución errónea.
Los errores o sesgos más comunes que nos alejan del análisis estratégico son:
- Sesgo de Confirmación: tendencia a buscar información que confirme o refuerce nuestro punto de vista.
- Sesgo de la Experiencia Reciente: tendencia en dar más valor a la información más reciente.
- Sesgo de Anclaje: tendencia a tomar como cierta la primera información que escuchamos sobre un argumento, quedando anclada en nuestra memoria.
- Percepción Selectiva: este sesgo es el responsable de que no pares de escuchar una palabra nueva después de aprenderla por primera vez. Esto hace que tus expectativas influyan en tu percepción de la realidad, obviando información que pueda ser relevante.
- Efecto del Avestruz: es la tendencia a ignorar los datos que muestran un potencial riesgo.
No hay que demonizar estos sesgos. Son rasgos que nos han ayudado a evolucionar como especie y no siempre nos llevarán a tomar malas decisiones.
Pero siendo consciente de su existencia te ayudará a detectar cuando tu inconsciente está incluyendo en tus decisiones.
Conclusiones
No te sorprenderá si te digo que incluir la estrategia en un proyecto de diseño encarece su coste. Pero te planteo una cuestión para que medites sobre este aspecto.
¿Cómo te planteas el proyecto que tienes en mente? ¿Cómo un gasto o una inversión?
Un gasto se valora por el importe en sí mismo. Mientras que una inversión se valora por la capacidad de retorno que ofrece.
El proyecto de diseño que desarrolles para tu negocio es una inversión y si no incluyes la estrategia en el proceso tendrás menos posibilidades de alcanzar los objetivos que te propongas.
Dicho de otro modo, el retorno de tu inversión será más incierto.
Por ello, podemos llegar a la conclusión que no incluir la estrategia en tu proyecto empeorará tu inversión.